De padre ecijano y madre linense, Maruja nació en la Nochevieja de 1925. Desde pequeña aprendió el oficio de la relojería, en el que se regodeaba de haber sido la única mujer en haber intervenido el reloj municipal de la fachada del Ayuntamiento de Écija. Ese aprendizaje se vio acelerado en 1936, con apenas once años, cuando quedó huérfana de padre después de que éste hubiera sido fusilado por el bando sublevado. A partir de entonces, Maruja tomó las riendas del hogar junto a su madre, en tanto que era la mayor de siete hermanos, regentando la célebre “Relojería Del Marco” en la calle El Conde y que acabaría compartiendo con sus dos hermanos varones en el futuro.
En aquellos difíciles “años del hambre” no hubiera imaginado que ese papel de cabeza de familia se volvería a repetir nuevamente, en una época en la que la mujer vio mermada cuantos derechos y libertades le correspondían a su condición humana. Recibiendo no pocas críticas, Maruja se convirtió en madre soltera de seis hijos, atravesando reiterados momentos de calamidades económicas para poder mantener a familia tan numerosa. Únicamente en los años de vejez pudo alcanzar una felicidad plena, en los que consiguió disfrutar de sus hijos, de sus nietos y de sus bisnietos, así como de sus hermanos y sobrinos.
Tenaz y presumida, tanto como familiar y cristiana, Maruja falleció en 2015, en plena conmemoración del cuarto centenario del Voto Concepcionista de Écija, después de haber celebrado sus bodas de oro en la Hermandad del Cautivo y de plata en la Hermandad de la Mortaja, de las cuales fue fundadora. Valga esta breve semblanza como homenaje a un ejemplo de mujer determinada y adelantada a su época, una auténtica promotora del feminismo en un momento en el que dicho movimiento apenas tenía una dimensión nominal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario